
Al caminante mientras se toma un respiro en el aire saludable de su cueva, su cabaña valga decir, se le hicieron los dedos huéspedes entre las palabras y como a un jilguero se le llenó el cuerpo de trinos. Así que paciencia, parece que ahora todo va de versos. Un clic sobre las gaviotas lleva a ellos.
Qué bonita la foto! Eso sí, en elGoogleReader se ve infinitamente mejor. Más grande. Lo mismito que si pinchas en ella, imagino.
ResponderEliminarUn beso!